El martes 30 de agosto, tuvimos nuestro primer Workshop Colegium, sobre vocabulario y comprensión lectora y su importancia en el desarrollo escolar. La reunión se transformó en una instructiva conversación con Hugo Martínez: Docente, experto en el uso de tecnologías para la educación y Director Pedagógico de Colegium y Pelusa Orellana: Directora de Investigación de la Facultad de Educación de la Universidad de Los Andes.
Hugo Martínez, introdujo el Conversatorio explicando que con nuestra herramienta Dia+ se han diagnosticado 36.048 estudiantes durante el 2022, y 225.482 alumnos desde el 2017, gracias a ello hemos entendido que la gran mayoría de los estudiantes no comprenden lo que leen.
La comprensión lectora y el vocabulario, según Pelusa Orellana, tienen una relación que se incrementa en la medida que se progresa en el sistema escolar y que las lecturas se vuelven más complejas, donde a mayor lectura, se obtiene un mejor vocabulario, y con un mejor vocabulario se logra una mejor comprensión lectora.
De hecho, nos mencionó el efecto “mateo“, donde los estudiantes con bajo nivel de lectura, empobrecen aún más su nivel lector, debido a que se frustran por encontrarse con libros que están por sobre sus habilidades. Mientras que en el caso contrario, cuando coincidan las habilidades lectoras con la lectura asignada, la comprensión asciende por sobre el 75%, por eso es importante alinear las habilidades del lector con la dificultad del texto.
¿Cómo resolverlo?
- Leer, leer leer y leer: Hay una relación directa entre el volumen lector y la cantidad de palabras con las cuales se relaciona.
- Enseñar de forma explícita el vocabulario. Hay 3 formas:
- Análisis estructural: identificar el significado de las palabras utilizando las partes, descomponiendo la palabra (fijo y sufijo).
- Utilizando un mapa semántico, revisando sinónimos, antónimos, etc.
- Uso del contexto. La evidencia ha demostrado que es importante utilizar además del contexto, alguna otra estrategia.
Con Dialect, alineamos las habilidades lectoras con las lecturas asignadas por medio de la medida Lexile. “Así como existe una talla de zapato, también existe un nivel de lectura”, ejemplifica Pelusa.
Ahora, de forma práctica, ¿cómo podemos complementar la adquisición de vocabulario?
- Crear un muro de palabras, manteniendo las palabras visibles en la muralla.
- Modelar el uso de las palabras que estamos enseñando y hacerlo parte del vocabulario activo.
- Invitar a los padres para que se interesen por lo que están leyendo los niños y niñas. La comprensión lectora tiene como antesala la comprensión auditiva, por ende es importante hablar del libro, hacer preguntas atingentes, etc.
- Incentivar la lectura en las rutinas escolares:
- Leerles a nuestros estudiantes 5-10 minutos al día.
- Crear espacios donde el niño o niña pueda mirar libros libremente.
- Potenciar nuestras bibliotecas y dotarlas de libros llamativos.
Pelusa Orellana incentivó a contrarrestar la fobia lectora entregando un mayor contexto en los libros que requieren mayor habilidad: “La lectura libre es muy recomendada, donde puedan disfrutar de una biblioteca, que puedan escoger lo que quieran leer y el formato en el cual lo quieren leer. Las evaluaciones puede ser una conversación, un seminario, una dramatización, o lo que consideren”.
Finalmente, Hugo Martínez invitó a los docentes a revisar las estrategias e instrumentos de evaluación que se están utilizando constantemente. Ya que toda estrategia de aprendizaje debiese ser revisada al menos cada 6 meses. Mientras que Pelusa Orellana, insistió en poner este tema en la palestra en nuestras Instituciones escolares y en nuestro hogar, explicando que “las brechas en comprensión lectora son acumulables en el tiempo. Aquello que no remediamos a tiempo, después se vuelve mucho más complejo de resolver.”
Si te perdiste nuestro primer Workshop, o quieres verlo nuevamente, haz clic aquí.